La Alianza Tecnológica por la Inclusión (ATI), iniciativa lanzada por Plena inclusión el pasado mes de noviembre, cuenta ya con el compromiso de una treintena de empresas e instituciones.
Su objetivo es “acercar la discapacidad intelectual a las empresas para que conozcan sus necesidades y se anticipen a ellas”, según el coordinador del proyecto Transformación Digital para la Inclusión (TDI), Rafael Robledo.
Uno de los grandes retos de este proyecto es convencer a las empresas de que «la accesibilidad es mucho más que usabilidad», subraya.



