En una sociedad crecientemente digitalizada, la inclusión e igualdad real entre todas las personas pasa necesariamente por garantizar la accesibilidad digital universal.
La tecnología que plantea los desafíos es, al mismo tiempo, la herramienta que puede hacer que la brecha digital se reduzca. Un objetivo que pasa por la concienciación, compromiso y acción de todos los agentes públicos, privados y la ciudadanía.



